Rachel Joyce nos presenta a una familia inglesa perfecta, en los años 70, cuyo camino se topa con un suceso, en apariencia sin trascendencia que provoca una grieta que irá resquebrajando hasta echar abajo sus cimientos y a la larga marcará profundamente a todos los implicados.
El año que duró dos segundos, una crítica al elitismo y las apariencias con toques filosóficos, es angustiosa por momentos, triste y llena de soledad, cuyas víctimas son claramente señaladas. Los personajes sufren solos, las amistades son engañosas, las relaciones más importantes, tan sólo espejismos. Especialmente reseñable es el papel de Diana, la cuál pasa de ser un recipiente vacío, un maniquí, a revelarse como un profundo vehículo de sentimientos y casi el centro de la novela.
Basada en una idea muy original y tras un comienzo ágil y literariamente atractivo, la narración puede llegar a hacerse un poco larga según transcurrimos por sus tres cuartas partes, pero el ritmo del final vuelve a convencer. También al lector puede parecerle en algunos momentos que la historia que se le está contando falla por ser por momentos poco probable, casi absurda. Pero si se rasca un poco y el lector pone de su parte (la historia transcurre sin detenerse ni explicarlos) se puede llegar a conclusiones que arreglan ese aparente «pero» de la novela. El final es una explosión contenida.

Rachel Joyce
Rachel Joyce es la autora de El insólito peregrinaje de Harold Fry, la novela que le dio a conocer en el panorama literario internacional y por la que estuvo nominada al Man Booker Prize en 2012. En Reino Unido sin embargo ya era conocida por escribir adaptaciones de obras clásicas para la BBC, habiendo recibido numerosos reconocimientos. En su haber tiene además otras obras como A Faraway Smell of Lemon y un libro de relatos titulado A Snow Garden & Other Stories. Rachel Joyce vive con su familia en la comarca de Gloucester.
Os dejo un fragmento:
Byron tenía los ojos arrasados en lágrimas. Por fin lo entendía .Entendía que tenía que estar equivocado, que no había habido ningún accidente, que no había visto lo que creía haber visto. El bochorno lo invadió como una oleada de calor. Entonces su madre dio un grito ahogado y se apartó del coche cubriéndose el rostro con las manos.
-¿Qué pasa? -preguntó él.
Diana intentaba ponerse en pie pero la falda remangada le ceñía las piernas. Se había llevado una mano a la boca, como si tratara de impedir que algo se le saliera. Byron escudriñó el coche pero no acertó a ver nada. ayudó a su madre a levantarse y ésta se puso de espaldas al Jaguar, como si no tuviera fuerzas para mirarlo. Estaba pálida, y en sus ojos había una mirada de pánico. Byron temió que estuviese a punto de vomitar. El chico se arrodilló en el suelo, insertó los dedos en la rejilla frontal y observó de cerca el punto que ella había señalado. Notó olor a aceite recalentado, pero no vio nada. Y entonces, justo cuando estaba a punto de reír y decir <<No te preocupes>>, la vio. Allí estaba la prueba. El corazón le latía con fuerza, como alguien llamando a una puerta. De hecho, era como si ese alguien estuviera dentro de él aporreándole las entrañas. Se acercó más al tapacubos. -Sube al coche-gimió su madre-. Ahora mismo.
Allí estaba. Una diminuta muesca, justo por encima del logotipo de Jaguar grabado en la chapa. Apenas un rasguño. No se explicaba cómo no lo había visto antes. Era rojo. Del mismo color que la bicicleta.
CSDL
– Enlaces de interés: Página de la autora en Penguin Books.
DATOS DEL LIBRO
Título – El año que duró dos segundos (Perfect en el original)
Autora – Rachel Joyce
Páginas – 352
Precio – 19 euros
Editorial – Salamandra
Lugar y año de publicación – Barcelona, 2015
ISBN – 978-84-9838-622-6
Traducción – Rita da Costa