Duelo de alfiles, la última novela publicada por el ibicenco Vicente Valero hasta la fecha, despliega una serie de combinaciones (de géneros, tiempos, personajes) equiparables a las de una partida de ajedrez. La premisa que da cohesión al libro son los viajes de su anónimo protagonista, seguramente el mismo autor, por cuatro países europeos, a donde es llevado por circunstancias dispares: la tarea de escribir sobre un pintor, la repentina decisión de romper por unos días con la rutina, la lectura de sus poemas en una universidad alemana o un torneo mundial de ajedrez en Zúrich. Enseguida descubrimos cómo el protagonista no transita solo la geografía europea, sino también otra clase de geografías de naturaleza intangible como son las de la memoria, los pensamientos o el pasado histórico. De este modo, cuando nuestro hombre sigue la pista a Benjamin, Nietzsche, Kafka o Rilke, el ejercicio de caminar por donde ellos lo hicieron se convierte de pronto en una invitación a pensar con sus pensamientos, a reconstruir su pasado y tratar de encontrar las razones que guiaron sus pasos.
La prosa de Valero consigue mantener casi siempre un delicado equilibrio entre la narrativa, el ensayo y la biografía histórica. A este respecto, podría reprocharse a Duelo de alfiles que, después de tantear estos tres géneros, no llega a desarrollar ninguno de ellos; sería un reproche justificado si el libro nos hiciera la promesa de desarrollarlos, pero no la hace. Valero no parece aspirar a nada más que a entretener, con unas páginas que saborearán de forma especial los lectores que lleven consigo una cierta mochila literaria. El tono lánguido, a veces ensimismado, del narrador nos sugiere que nos detengamos a gustar, sin otro fin más allá del mero deleite, las anécdotas, las citas o las reflexiones que va hilando en torno a estos pensadores y literatos. Muchas de estas conexiones van surgiendo inesperadamente, de modo parecido a como un jugador de ajedrez (como lo era Walter Benjamin) es sorprendido por los movimientos de su contrincante (Bertolt Brecht). “En fin, como afirman los grandes maestros de ajedrez, hasta dónde te puede llevar una partida siempre es un misterio”, leemos.

Beltolt Brecht (izquierda) y Walter Benjamin (derecha) jugando al ajedrez en la isla de Fionia.
Además, Duelo de alfiles se vale de la metáfora del ajedrez para plantearnos el peligro que acecha tras la vida de todo el que aspire solamente a “vivir de prestado”. A fin de cuentas, el protagonista parece no hacer otra cosa que volver sobre lo que ya se ha escrito, comentar lo que ya se ha pensado o lamentar lo que ya se ha perdido. Qué duda cabe, esta forma de vida tiene el atractivo de la seguridad y la erudición: es la falsa superioridad del que analiza una partida de ajedrez desde la sala contigua, sin tener que asumir el riesgo que conlleva cada movimiento. “Ese instante concentra en sí mismo todos los misterios del mundo, la poesía de la inteligencia; en la otra sala solo se consigue estar más cómodo, se discurre siempre en prosa”, nos advierte Valero. No obstante, a lo largo de la novela vemos cómo también desde esta prosa es posible hacer descubrimientos, tomar decisiones, cultivar amistades. Sirvan de ejemplo las siguientes líneas, sobre los días del protagonista en Turín:
Fue en el Fiorio, aquella primera mañana, donde vi por primera vez al matrimonio Ferretti, Luigi y Marcella, sentados alrededor de una pequeña mesa redonda de mármol jugando al ajedrez, y porque en la mañana siguiente me acerqué a ellos, tímidamente, con curiosidad, para observar la partida que tenían entre manos, pero no menos quizás para observarlos a ellos, y de pronto empezamos a hablar, medio en español, medio en italiano, ya no nos separamos hasta el día de mi regreso. A mi edad ya no puedo decir que lo que solemos llamar amistad me convenza mucho […], pero cuando me despedí del matrimonio Ferreti, dos semanas después de habernos conocido, en el aeropuerto de Turín, tuve la sensación –por primera vez en muchos años– de que, casi sin darme cuenta, nos habíamos hecho amigos.
Vicente Valero (Ibiza, 1963) es poeta, ensayista y novelista. Entre sus obras destacan su ensayo Experiencia y pobreza. Walter Benjamin en Ibiza (2017), y las novelas El arte de la fuga (2015), Las transiciones (2016) y Duelo de alfiles (2018).
Palzol (Pablo Alzola)
DATOS DEL LIBRO
Título – Duelo de alfiles
Autor – Vicente Valero
Páginas – 168
Precio – 16 €
Editorial – Periférica
Lugar y año de publicación – Cáceres, 2018
ISBN – 9788416291717