
Esta es una historia real, en verdad le pasó todo esto a la escritora. En el libro, ella admite no tolerar bien la ficción, salvo quizá la de Jane Austen. Lo cierto es que las historias reales siempre acaban adelantando a la ficción por la derecha, por increíbles que puedan parecer, por eso me ganó la gratuidad del gesto tan sencillo con la que la protagonista, la autora, se ganó para siempre el corazón de unos desconocidos. Estos últimos se esforzaban por salir adelante tras la Segunda Guerra Mundial, eran personas sencillas que valoraban mucho más todo, que encontraban y compartían la alegría de las pequeñas cosas.
Es muy divertido comprobar cómo los formalismos iniciales entre ambos desconocidos se vienen abajo rápidamente por culpa del descaro americano de la escritora, un auténtico terremoto, que con una mezcla de atrevimiento y bondad se gana rápidamente el carácter reservado y discreto de todos los empleados del 84 de Charing Cross Road, junto a sus familiares y amigos. Es éste un libro breve pero intenso, que será una delicia para los amantes de la literatura, pero que también enganchará a cualquiera por el sentido del humor, bondad y gratitud que destila cada una de las misivas.
14 East 95th St.
New York City
8 diciembre 1949Señor:(Me parece un poco tonto seguir escribiendo «señores» cuando tengo ya la certeza de que una misma y única persona se está ocupando de mis cosas.)El Savage Landor llegó perfectamente y se abrió al punto él solo por un diálogo romano en el que dos ciudades acaban de ser destruidas por la guerra y sus habitantes, condenados a morir en cruces, suplican a los soldados romanos que pasan que los atraviesen con sus lanzas y pongan fin a su agonía. (…) Me encantan esos libros de segunda mano que se abren por aquella página que su anterior propietario leía más a menudo. El día en que me llegó el ejemplar de Hazlitt, se abrió por una página en la que leí: «Detesto leer libros nuevos.» Y saludé como a un camarada a quienquiera que lo hubiera poseído antes que yo.Les incluyo un billete de un dólar, que Brian (el amigo inglés de mi vecina Kay) dice que bastará para cubrir los 8 chelines que les debo; esta vez se ha olvidado de traducírmelo…Por cierto…, Brian me ha dicho que tienen ustedes racionados los alimentos a razón de 60 gramos de carne por familia y semana, y a un huevo por persona y mes. Me he quedado horrorizada. Tiene un catálogo de una empresa británica con sucursal aquí, mediante la cuál envía por avión alimentos desde Dinamarca a su madre; así que yo también voy a enviar a Marks&Co. Un pequeño regalo de Navidad. Espero que será suficiente para todos ustedes, pues me dice que las librerías de Charing Cross Road son «todas muy pequeñas».Lo envío a su atención, FDP, quienquiera que usted sea. Feliz Navidad.Helene Hanff
CSDL