
Quien lea Introducción al cristianismo encontrará en sus páginas un empeño sincero por ahondar en las cuestiones esenciales de la fe de la Iglesia. También verá que el ejercicio de profundizar en ellas no conlleva, casi nunca, dar con una respuesta cerrada. Este planteamiento abierto es consecuencia de que el libro transita los misteriosos caminos de Dios; pero también se debe a la delicadeza propia de su autor, quien no busca imponer soluciones fijas al lector sino, más bien, sugerirle una dirección por la que este pueda discurrir libremente, pensando por su cuenta y riesgo. Este libro apareció por primera vez en 1968, un año decisivo dentro del panorama intelectual europeo (también de la Iglesia católica), y es el resultado de un curso que el entonces profesor Joseph Ratzinger había impartido en la Universidad de Tubinga a alumnos de todas las facultades. Asimismo, el libro se inserta (tanto por su enfoque como por su mismo título) dentro de una tradición muy arraigada en el pensamiento alemán, que consiste en abordar los fundamentos del cristianismo; entre sus representantes destaca Romano Guardini, pero también Søren Kierkegaard o Ludwig Feuerbach.
La fuente de la que brotan todas las reflexiones de Introducción al cristianismo es el llamado Credo apostólico, cuya forma se remonta a los siglos II y III, aproximadamente. Así, Ratzinger divide el libro en tres grandes partes, las mismas que estructuran el Credo: una sobre Dios, otra sobre Jesucristo y una parte final sobre el Espíritu y la Iglesia. Las tres se desarrollan mediante un estilo sobrio y ordenado, marcado por el continuo interés del escritor en ceder el protagonismo tanto a las fuentes históricas (la Biblia y los primeros autores cristianos, los Padres de la Iglesia) como a pensadores de tendencias muy diferentes, católicos y protestantes, creyentes y no creyentes. Tal vez sea este uno de los rasgos más valiosos de este libro, y de los textos de Ratzinger en general: su voluntad de escuchar a todos, de hablar con todos, tratando de discernir la verdad que hay en cada propuesta. En este sentido, podría decirse que el libro es una gran conversación entre voces tan dispares como las de san Pablo, Teilhard de Chardin, Lutero, Martin Heidegger o Karl Marx.

Pero, por encima de sus aspiraciones filosóficas o teológicas, este libro quiere tocar la vida de sus lectores. Ratzinger se vale a menudo de la primera persona, y llena las páginas de preguntas que solo pueden ser respondidas desde una vivencia concreta. “Yo creo en ti”, es la forma fundamental de la confesión. El autor quiere dejar claro que la verdad que propone el cristianismo no es de tipo conceptual o moral; al contrario, es una verdad personal, pues tiene su origen en una Persona. Y, dado que una persona solo puede vivir en relación (y solo puede comprenderse en relación con otras), de aquí se sigue que lo más esencial del Dios de la fe cristiana no es la unidad o el pensamiento (como podrían defender Platón o Aristóteles), sino el tipo de relación más honda que pueda darse: el amor. En otras palabras, Ratzinger sostiene que lo más absoluto de Dios ha de ser una relación de amor entre Personas. Por ello, cuando la Biblia dice que el hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, está diciendo sobre todo que cada ser humano aspira a una plenitud semejante a la de Dios, que solo puede lograrse mediante relaciones de amor llamadas a durar siempre:
La fe cristiana afirma, sin embargo, que el hombre vuelve profundamente a sí mismo no por lo que hace, sino por lo que recibe. Tiene que esperar el don del amor y el amor solo puede recibirlo como don; no podemos “hacerlo” nosotros solos sin los demás, tenemos que esperarlo, dejar que se nos dé. El hombre solo deviene plenamente hombre cuando es amado, cuando se deja amar. Que el amor humano una en sí la suprema posibilidad y la más honda necesidad, y que lo más necesario sea a la vez lo más libre, significa que el hombre, para salvarse, depende de un don.
Introducción al cristianismo, págs. 222-223
Joseph Ratzinger (Baviera, 1927) es uno de los grandes teólogos de la segunda mitad del siglo XX. Sacerdote, obispo y, finalmente, papa de la Iglesia católica (hasta su renuncia en 2013), su obra escrita es extensa y abarca muchos aspectos de la fe cristiana. Entre sus libros destacan Introducción al cristianismo (1968), El espíritu de la liturgia (2000) y la trilogía sobre Jesús de Nazaret (2007, 2011 y 2012).
Palzol (Pablo Alzola)
Datos del libro
Título: Introducción al cristianismo
Autor: Joseph Ratzinger
Páginas: 320
Precio: 18,00 €
Editorial: Sígueme
Traductor: José Luis Domínguez Villar
Lugar y año de publicación: Salamanca, 2020
ISBN: 978-84-301-1930-1