Imaginen, no una familia feliz, sino la familia feliz. Un matrimonio aún joven, atractivos ambos, cuatro hijos guapos, brillantes cada uno a su manera, todos viviendo en una granja de ensueño, rodeada de animales, en un paraje salvaje, una familia admirada por todo el mundo y envidiada por algunos. Ellos no lo han buscado, pero es así, eso es lo que son para el resto de la población del valle de Chautauqua. Son los Mulvaney, un apellido de poderosas connotaciones viriles.
Qué razón tenía Tolstói. Cuando las familias son felices, apenas cuesta imaginárselas; sin embargo, si sucede, la tragedia que las atraviesa les da una forma única.
Una noche, un incidente, y todo el nombre de los Mulvaney será arrastrado por el barro. De la noche a la mañana, son «como leprosos». El sueño americano se tambalea, la familia comienza su declive, el tiempo no trae más que sufrimiento, vergüenza, impotencia, incomprensión y amargura. La familia en descomposición, las piezas perdidas del puzzle.
Con esta novela Joyce Carol Oates se mete en el centro mismo de un sueño feliz y nos hace partícipes de la admiración por esa familia. Queremos ser parte de los Mulvaney desde que les hemos visto disfrutar jubilosos en High Point Farm, lugar idílico, de un ambiente familiar y cálido, donde los papeles se han repartido meticulosamente para que todo encaje de manera perfecta. Luego, en una rápida transición asistimos a los comienzos del desastre. Aparecen las fisuras. Las dudas abismales. Sobre todo en lo que ayer se juzgaba inquebrantable. Y la roca comienza a rodar colina abajo.
Conocí este libro en un club de lectura, como tantos otros títulos que han traído consigo buenos y apasionantes ratos de lectura. Qué fue de los Mulvaney. Es la pregunta del que supo del esplendor de un clan y hace tiempo que no oye los antaño frecuentes elogios. Extrañeza. ¿Qué fue de los Mulvaney? Qué gran título.
Joyce Carol Oates (Nueva York, 1938) es una de las principales figuras de la literatura contemporánea estadounidense, galardonada con numerosos premios. Su nombre suena desde hace años para el premio Nobel de Literatura. Es profesora de escritura creativa en la Universidad de Princeton. En esta misma web hemos reseñado Carthage.
Os dejo un fragmento:
A veces, en este lugar extraño de Ithaca, a cientos de kilómetros de casa, oía en su sueño el canto de un gallo y otro gallo que respondía cantando también. Ahora era primavera, los gritos de primera hora de la mañana de los mirlos de alas rojas, los cardenales. Y: «¡Despertad, chicos! ¡Hora de despertarse, chicos!», y el silbido amigable de mamá. Olía a tocino frito, pues mamá insistía siempre en que había que tomar un buen desayuno, copioso y caliente, nada de irse con unos simples cereales vertidos en un cuenco, mamá y papá insistían en que el desayuno era la comida más importante del día. Patrick oía a los perros rascar excitados en el suelo de la cocina con las uñas mientras él bajaba apresurado la escalera, mamá silbando a Plumas que, a cambio, trinaba y gorjeaba. Y aquella maldita emisora de radio, de Yewville, cuyo locutor mamá juraba que era su favorito. Y Marianne ya estaba abajo en la cocina ayudando a mamá a poner el desayuno en la mesa, hablando y riendo juntas, si cerraba los ojos con mucha fuerza casi la veía: su hermana perdida.
CSDL
DATOS DEL LIBRO
Título – Qué fue de los Mulvaney (We were the Mulvaneys)
Autora – Joyce Carol Oates
Páginas – 768
Precio – 22.20 euros
Editorial – Lumen
Lugar y año de publicación – España, 2003
ISBN – 9788426413437
Traductora – Carme Camps Monfa