Fue en otoño de 1967 cuando la Universidad de Harvard invitó a Jorge Luis Borges a pronunciar una serie de conferencias en la cátedra Charles Eliot Norton. La primera se realizó el 24 de octubre de 1967 y la última, el 10 de abril de 1968. Fueron archivadas durante 33 años hasta su publicación, en inglés, lengua en la que fueron dictadas, y poco más tarde comenzaron a ser traducidas.
Las seis conferencias tratan sobre la naturaleza de la poesía, la metáfora, la épica, los problemas de la traducción poética y la relación entre pensamiento y poesía, y sobre la visión personal de Borges en su particular credo de poeta. Todo ello expresado con gran brillantez y visto desde la particular cosmovisión de Borges y su experiencia.
Porque no son las palabras del escritor argentino simple teoría o crítica literaria. Demostrando un gran dominio de los clásicos (especialmente de los ingleses) Borges recorre un amplio abanico de lecturas y ahonda en algunos de los grandes temas de la literatura, que también son los de la vida: la belleza, el tiempo, la muerte… De este modo destacan sus facetas de pensador y lector. No en vano el escritor dijo de sí mismo: «Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mi me enorgullecen las que he leído«.
Además de un ejercicio de bilingüismo, esta es una bestial demostración de la memoria de Borges, que ya se encontraba practicamente ciego a la hora de realizar estas charlas, por lo que no pudo siquiera leer alguna nota mientras hablaba. Y es además un magistral ejercicio de retórica, que se manifiesta con la fluidez del discurso oral y la profundidad de cualquier verdadero ensayo, lo cual hace de él un texto ameno y enriquecedor. A este respecto anota el editor que “la sintaxis de Borges sólo ha sido alterada cuando lo exigía la gramaticalidad y legibilidad de la prosa; asimismo, se ha corregido algún error en sus citas”.
Hay muchas perlas de sabiduría en este libro y es difícil elegir un texto, pero he escogido el siguiente fragmento de la primera conferencia, titulada el Enigma de la poesía, porque creo que contiene una reflexión especialmente profunda y verdadera, capaz de hacernos levantar la mirada hacia la trascendencia:
Siempre que he ojeado libros de estética he tenido la incómoda sensación de estar leyendo obras de astrónomos que jamás hubieran mirado a las estrellas. Quiero decir que sus autores escribían sobre poesía como si la poesía fuera un deber, y no lo que es en realidad: una pasión y un placer. Por ejemplo, he leído con mucho respeto el libro de Benedetto Croce sobre estética, y he encontrado la definición de que la poesía y el lenguaje son una ‘expresión’.
Ahora bien, si pensamos en la expresión de algo, desembocamos en el viejo problema de la forma y el contenido; y si no pensamos en la expresión de nada en particular, entonces no llegamos a nada en absoluto. Así que respetuosamente admitimos esa definición, y buscamos algo más. Buscamos la poesía; buscamos la vida. Y la vida está, estoy seguro, hecha de poesía. La poesía no es algo extraño: está acechando, como veremos, a la vuelta de la esquina. Puede surgir ante nosotros en cualquier momento.
Ahora bien, es fácil que incurramos en un error común. Pensamos, por ejemplo, que, si estudiamos a Homero, la Divina comedia, Fray Luis de León o Macbeth, estudiamos la poesía. Pero los libros son solo ocasiones para la poesía.
Jorge Luis Borges nació en Buenos Aires en agosto de 1899. Fue poeta, narrador, crítico, filósofo y uno de los grandes pensadores de su tiempo. Es uno de los máximos exponentes de la literatura sudamericana, una de las figuras literarias más destacadas del habla hispana y uno de los literatos más encumbrados del siglo XX. Fue nominado durante varios años consecutivos para ser Premio Nobel de Literatura, aunque nunca llegó a ganarlo. Murió en Ginebra, Suiza, en 1986.
DATOS DEL LIBRO
Título – Arte poética
Autor – Jorge Luis Borges
Páginas – 181
Precio – 8,95€
Editorial – Crítica
Lugar y año de publicación – Barcelona, 2005
ISBN – 9788484326038
Traducción – Justo Navarro
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